IDIOMAS

Por su amor a las lenguas vivas desarrolló un método para aprender orinés (no confundir con el orienés o el urianés) idioma que él creía propio del Orín. Se sintió satisfecho ya que le parecía que el método era tan fácil que ayudaría a todo el mundo a dominar el idioma en poco tiempo. Luego le dijeron que era imposible de entender el método en sí mismo y debió lanzar un método para entender el método. La cosa se fue complicando: demasiadas aclaraciones fueron necesarias para entender el método que aclaraba el método. Finalmente desistió con tristeza, alguien le dijo que en el Orín ya no se hablaba el orinés y hasta llegó a sus oídos la especie de que nunca se había hablado. Es más, algunos dudaban, no sin argumentos, de la propia existencia del Orín como país.