LIBROS

Serían los años ochenta y noventa del siglo pasado, en aquel tiempo no había un supermercado que se considerara a sí mismo de importancia que no tuviera, en vecindad con pepinos, patatas, embutidos o aliño para mascotas, una interesante sección de libros a la venta. En el Continente de Barberà del Vallès compré yo, al poco de morir su autor, todos los libros de Italo Calvino que Bruguera había publicado en su colección económica Libro Amigo. Y era fama que en las grandes superficies de Eroski en el País Vasco y Navarra se vendían libros muy escorados hacia el nacionalismo radical vasco.