Veza y Elías Canetti decían vivir “en el cielo número 30 Viena”. Sospecho que la Himmelstrasse debió ser la última dirección que tuvieron en Viena a juzgar por lo que se le vino encima a la ciudad en 1938 (me refiero al Anschluss, claro). Hasta entonces la calle del cielo subía desde el final del tranvía 38 hasta la cumbre de la colina desde la que se ve en toda su extensión la llanura en la que se asienta la ciudad (Danubio incluido). Aunque es una calle en la que abundan las villas con jardín flanqueadas por viñedos y zonas boscosas, ellos vivían de alquiler en el primer piso del imponente edificio mandado a construir por el pintor Alois Delug como academia de arte. Para entonces, tras la muerte del pintor, era la hermana (la señorita Delug) la que intentaba administrar el edificio readaptado para el alquiler. Quien se acerque allí todavía puede apreciar los grandes ventanales de la casa y por la parte de atrás los tejados acristalados (al estilo de los estudios parisinos de pintura) con los que mejor se aprovecha la luz natural y que delatan el uso que el pintor quería dar a la enorme casa. Los Canetti, recién casados, vivieron allí de 1935 a 1938, en el cielo número 30, distrito de Grinzing, Viena.