LA TRAICIÓN DE VERGARA

Diga algo sobre el Abrazo de Vergara. Seguramente dije que en 1839 Espartero y Zumalacárregui se habían abrazado en Vergara en la campa del barrio de San Antonio y que con ello habían ultimado la Guerra Carlista y había llegado la paz. Pero me equivocaba, primero porque Zumalacárregui (que tiene calle en Zaragoza porque participó en la defensa de la ciudad frente a los franceses) para entonces ya había muerto y también porque aun llegando la paz momentánea tras ese abrazo, después hubo otras Guerras Carlistas y múltiples pronunciamientos, era la España del siglo XIX. De cualquier manera, como las Guerras Carlistas no parecían importar especialmente a ninguno de los presentes y mi respuesta, a pesar de su debilidad, contenía nombres propios y una fecha, se debió juzgar suficiente. Luego resulta que aunque Espartero y Maroto se abrazaran en Vergara el llamado Convenio de Vergara se había firmado ya en Oñate y que a muchos de los contendientes (pongamos oficiales carlistas y clero descontento) el Convenio les pareció humillante e inaceptable y decidieron exiliarse para aspirar a objetivos más ambiciosos, llamando al Abrazo: la Traición de Vergara. Quizá eso explica que sobre el lugar exacto donde se produjeron los históricos hechos tengamos construido ahora un impropio y anodino polideportivo de barrio.