Era un ave (de paso) que frecuentó durante largas temporadas estos lugares. Su nombre latino, que he olvidado, sé que llevaba muchas as y alguna i. Las as me sugieren el color blanco y ese era el color de su plumaje, aunque también llevaba reflejos azules (su color preferido) y un espectacular penacho negro que era su bandera, lo primero que veías. Me parecía hermosa, de un gran esplendor. Las aves libres siempre son esquivas y misteriosas, pero alguna vez fue posible completar alguna incógnita. Procuré el acercamiento y durante un tiempo creí que podría llegar a conocer algo de su misterio. Todo fue en vano, acabó desconfiando y levantando el vuelo apenas detectaba mi presencia, para volverse a posar en la distancia. Finalmente creo que voló hacia el sur.